Educación Ambiental

 La importancia de la Educación Ambiental

La falta de algún tipo de educación afecta personalmente a cada individuo. Por ejemplo, la falta de educación musical puede ser más o menos grave a nivel personal, así como otros muchos tipos de educación impartida en los centros escolares; la falta de educación referida a actividades concretas no suele tener mayor trascendencia. Sin embargo, la falta de educación ambiental es muy grave, ya que afecta a terceros.


Por ejemplo, cuando uno de las muchas docenas de paisanos que queman el monte asturiano cada año, prende una mecha en un monte de brezos, provoca algo que va a afectar a mucha gente, a muchos animales, al suelo, a la atmósfera y muchos otros desastres. En ocasiones, según su formación, y por mis vivencias desde niño por los pueblos con la gente, lo que hace está bien desde su punto de vista y su propia experiencia. Nadie le ha hablado o él no lo ha leído, sobre la importancia del humus, sobre la erosión de la capa fértil del suelo, sobre los efectos del humo en el cambio climático, sobre la escorrentía y otros tantos temas. Quema porque... "siempre se fizo así". Y esa falta de educación ambiental nos afectará a todos. A los que sufren un corte de carretera por la caída de piedras, escorrentías exageradas, erosiones terribles, etc. A los que gustan de pasar un día con el aire limpio y el cielo azul. A los niños que gustan ver los paisajes verdes. A los amantes de la micología. A los apicultores... Afectará gravemente al suelo en estas empinadas laderas y morirán miles de insectos, anfibios y mamíferos que no pueden correr o huir del incendio. 



El que quema el monte se va a su casa sin ningún remordimiento, sin duda, por su falta de educación ambiental. Lo mismo pasa con quien deposita en el monte un cebo envenenado. Según su punto de vista está bien y suficientemente justificado matar algunos lobos envenenando el monte, sobre todo cuando ellos piensan que menos daño hace, que es entre el final de la caza y el inicio de la subida del ganado al monte, durante los meses de febrero, marzo y abril. Según su formación y forma de ver la vida, está bien colocar algunos cebos envenenados o un ternero que haya nacido muerto en la cuadra, cargado de herbicida para matar a los lobos.

Ternero envenenado en los montes de Allande y que causó la muerte de los
perros Jasper y Tundra, 2 husky siberianos que ese día pasaban por allí. El ternero 
fue custodiado y analizado por la Guardia Civil para buscar al culpable. Nació 
muerto en la cuadra y fue subido a los montes del Puerto del Palo para envenenar
a los lobos que viven en aquellas sierras.



El que pone veneno en el monte no ha recibido la educación suficiente como para saber que los animales envenenados van a morir a los ríos y riachuelos, que como algún resto por mínimo que sea llegue al riego sanguíneo de un humano sería su perdición, pues no hay antídoto y tantas otras razones que hacen del envenenador un auténtico delincuente sobre la salud pública general.

Tundra, cayó al suelo a los 10 minutos de comer del ternero envenenado.


La educación ambiental sólo se contempla en el sistema educativo español de manera esporádica, con actividades puntuales propuestas casi siempre por agentes externos, ONG's y profesionales del sector. Sin embargo, la educación ambiental es un tema transversal, que tiene que ver con matemáticas, con economía, con ciencias de la naturaleza, con valores, etc. Y la educación ambiental favorece, sin duda, nuestro comportamiento con nuestro entorno natural y con los demás humanos, basado en el conocimiento, en la cultura.

Cuando una persona comete un delito contra la naturaleza pensando que está bien, según su formación y experiencia, provoca consecuencias graves para el entorno, para la flora, la fauna y las personas. Pero cuando una persona comete agresiones graves contra la naturaleza teniendo la formación necesaria y sabiendo las consecuencias del mal que provoca entonces su acción es mucho más grave o, al contrario, tendrá las herramientas necesarias para sopesar si su acción merecerá la pena o habrá otras alternativas.

Voluntaria de la asociación GECA retirando residuos de un río del 
parque natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Año 2011.

Cuando una persona arroja residuos sólidos y químicos al río quizá desconozca conceptos como el pH del agua, el oxígeno disuelto o la presencia de endemismos como la salamandra rabilarga. Si tuviera la formación necesaria, quizá tirara nuevamente al río una batería de coche o un somier, pero su comportamiento sería más reprochable, incluso para él mismo.

Y así, aún hoy crecen muchos niños en el medio rural, observando este tipo de comportamiento a sus mayores. Desde el medio urbano se desconoce con mucha frecuencia este tipo de problemas ambientales, idealizando el medio rural, pensando que los parques naturales son lugares idílicos y muy bien conservados, con ríos de aguas puras o montes siempre muy verdes.

Actividades de Educación Ambiental en Muniellos. Asociación GECA

He visto a una niña llorar al ver un incendio. He visto a muchas personas guardar su cámara fotográfica cuando iban a fotografiar un paisaje y ver que estaba negro, quemado. He visto un niño agachar la mirada tristemente al ver basura en una fiesta de prao. He visto levantarse las cejas de una ecoturista al bajar a la orilla de un río del parque natural y ver plásticos de los silos en las orillas. Estoy convencido de que el que quemó el monte jamás habría pensado que una niña lloraría al ver el desastre que ha provocado. Se que los que tiraron las basuras al prao o al río nunca pensarían que nadie se pondría triste por su causa.


Durante varias décadas las ONG hemos trabajado para intentar salvar algunas especies emblemáticas; ballenas, lobos, osos... pero eso ya no será suficiente si no salvaguardamos el medio natural en general, si el hombre no se ve como parte de la Tierra. La defensa del lobo ibérico o del oso pardo ha llevado una fuerte carga de educación ambiental para desterrar viejos mitos que poco tenían que ver con la cultura o con la verdad. Hacer partícipes a la sociedad sobre la importancia de estas especies en la naturaleza, cercana muchas veces, en los propios montes de quienes recibían esas tareas de educación ambiental, ha sido clave. 


Acciones de escarnio público o de matar especies emblemáticas va en contra de la sensibilidad de la mayoría de los ciudadanos.

Difícilmente los conocimientos científicos o las capacidades técnicas van a permitirnos resolver los problemas medioambientales, porque el origen de ellos está en otro lugar, en los sentimientos, valores y actitudes. Por ello, es imprescindible un cambio cultural que pasa por la educación ambiental, ayudando a las personas a que amen la naturaleza antes de pedirles que la salven. Tanto a niños como a mayores. Tanto a jóvenes como a políticos.









 


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